El Arzobispo de Canterbury, Dr. Rowan Williams, envió un saludo a las comunidades judías con motivo de Rosh Hashaná, que marca el inicio del Año Nuevo judío.
En su último mensaje de Rosh Hashaná antes de dejar el cargo de Arzobispo de Canterbury a finales de este año, el Dr. Williams reflexiona sobre la relación entre las comunidades cristiana y judía en los últimos diez años - recordando eventos y encuentros que ayudaron a enriquecer el diálogo.
El mensaje del Arzobispo es el siguiente:
A los amigos y colegas judíos con motivo de Rosh Hashaná 2012
En Rosh Hashaná y la solemnidad de los Santos Días Supremos hasta el día de la expiación llega de nuevo, me complace enviar mi cordial saludo a los colegas y comunidades judías aquí y en todo el mundo y nos unimos a vosotros en vuestras oraciones para el próximo año .
Como muchos de ustedes saben, estos son los últimos saludos Rosh Hashaná que les mandaré a ustedes antes de dejar el cargo de Arzobispo de Canterbury para asumir un nuevo rol en la Universidad de Cambridge. Mirando hacia atrás en los últimos diez años, más o menos, soy consciente de que no ha habido a veces grandes problemas para la buena relación que tanto valor tiene entre nuestras comunidades. Sin embargo, también se han adoptado importantes medidas para fortalecer los lazos que nos mantienen tanto en el nivel de cálidas amistades personales y también en términos de las estructuras que hemos construido juntos. Uno de los recuerdos que siempre estarán conmigo, está en la visita con el Señor Sacos y otros líderes religiosos a Auschwitz en 2008. Quiero rendir un homenaje a todos los que han puesto tanto amor y esfuerzo en la construcción de las relaciones en este nivel.
A principios de este año, después de una peregrinación a Tierra Santa con colegas y amigos, fue una alegría, una vez más, reunirme en Jerusalén con los Grandes Rabinos de Israel, y reflexionar con ellos sobre la forma en que nuestro diálogo formal ha crecido desde su inicio en el año 2003. En el contexto de ese diálogo, la Comisión Anglicano-Judía celebró su cuarta reunión este verano en Oxford, con una discusión útil sobre la religión, la democracia y la oportunidad de compartir honestamente sobre las tensiones entre las comunidades que han surgido en torno a las Mociones privadas de los Miembros del próximo Sinodo General.
Este año, 70 º aniversario del Consejo para los Cristianos y los Judios ha sido un buen recurso para nosotros llevar a la gente de nuestras comunidades, especialmente en el ámbito local, el diálogo, el continuo estudio y el compartir. Como parte de las celebraciones del aniversario, Manchester se convirtió en el anfitrión para otra excelente conferencia del Consejo Internacional de Cristianos y los Judios. A través de estos y en muchos otros contextos, nuestras relaciones tienen la oportunidad de crecer y profundizarse.
Hay un poema de Paul Celan que comienza: -
"Cuenta las almendras,
cuenta las que estaban amargas
y te mantenían despierto,
cuenta conmigo también.
cuenta las que estaban amargas
y te mantenían despierto,
cuenta conmigo también.
Este poema trata sobre la memoria y las relaciones, también de los intercambios y eventos que nos forman y nos llevan hasta el punto de que, parafraseando un verso más tarde, 'entrará en el nombre que es la nuestra ". Mirando hacia atrás en los últimos diez años, ha habido muchos acontecimientos y encuentros que se podían contar como tal - si usted cree que las almendras son amargas o dulces: reuniones provocadas por el traumatismo continuo de la Tierra que llamamos Santa, con complicados debates sobre respuestas adecuadas a las graves injusticias en la economía de nuestro mundo, sobre el lugar de la fe en nuestra sociedad inclusiva y las cuestiones teológicas de la naturaleza divina y la forma en que podría ser conocida. Aunque no hay mucho que tener en cuenta, también hay, en el poema de Celan, un sentido de pedir estar con alguien. Y termina con una petición reiterada por el censo, para ser contados por alguien o con ellos. Este anhelo de comunidad es para Celan un anhelo judío, basado en la vara de Aarón con las flores de almendros. Pero es un anhelo que yo, como cristiano puede sentir y compartir, y que forma parte de la construcción de cada sinagoga y cada iglesia.
¿Cómo podemos asegurar que este sentido de comunidad es algo que no nos dividen unos de otros, sino que nos permite encontrarnos en la Iglesia y la Sinagoga? La poesía de Celan es un lugar de cruce, los cristianos y los Judios puede escuchar en él un eco de sus himnos, sus servicios y también en sus poemas que reflejan directamente desde su experiencia del Holocausto como relato veraz de la maldad humana. Pasando mi tiempo como arzobispo, quiero pediros que me recuerden en sus oraciones. 'Cuenta conmigo', como dice Celan en su poema, y no dejaré de contar los muchos eventos que hemos celebrado juntos como cristianos y judios.
Que Dios nos bendiga y nos convierta en una bendición para los demás y para nuestro mundo.
Fuente: Servicio Anglicano de Noticias
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