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sábado, 29 de diciembre de 2012

El Estado es el problema




Asistimos impotentes al desmantelamiento del Estado de Bienestar mediante una secuencia de decisiones políticas de privatización de lo público, que dejan al Gobierno elegido por los ciudadanos privado de medios para acometer políticas que redunden en beneficio del común de la población.
Estas medidas, no sólo impopulares, sino injustas, no se deben a ninguna necesidad económica que obligue a imponer leyes que gravan a los más débiles y fortalezcan a  los más fuertes, sino a un dogma ideológico que afirma que el aparato del Estado, con sus programas sociales posibilitados mediante impuestos, debe reducirse a su mínima expresión, y dejar que la sociedad y el mercado se regulen a sí mismos, dejando a la iniciativa privada la creación de riqueza y su reparto. Se defiende que el Estado no debe interferir en los mercados, aunque, paradójicamente, se apoya el aumento de inversión en policía, ejército y políticas militares, ¿para seguir el juego a la empresa armamentística, quizá?
Nadie puede negar que un Estado burocrático asfixia la iniciativa privada e impide el desarrollo económico en los país pobres, precisamente donde se necesita con urgencia una mayor liberalización y agilización de normas (cf. Hernando de Soto, El misterio del capital. Ed. Península, Barcelona 2001). Tampoco se puede negar que la iniciativa privada es la cantera de la creación de riqueza por parte de los miembros más ambiciosos, creativos y también, por qué no decirlo, egoístas y codiciosos de la comunidad.
Al capitalismo no se le niega su capacidad de generar riquezas, lo que se le niega y critica es su forma de obtenerlas y su manera de distribuirlas equitativamente con aquellos que contribuyen a crearlas. Debido a esa fuerte dosis de codicia que acompaña irremediablemente a la obtención de riqueza y el egoísmo que le es el inmanente, el emprendedor pronto pierde contacto con la realidad y, emulado por aquellos de su clase que viven en el piso más alto de la jerarquía financiera, se lanza con una voracidad insaciable a escalar cimas de riqueza cada vez más altas, sin que sepa decir basta. Si el Estado considera que su papel se reduce únicamente al de guardián de los recursos de los amasadores de fortuna, sin analizar el costo que de esta actividad se desprende en términos de daño medioambiental, personal, humano, deterioro espiritual, degradación cívica, entonces está claudicando de su obligación de velar por el bien común de todos y cada unos de sus miembros. Entonces el Estado  que es el problema, sin lugar a dudas. No por ser más, sino por ser menos. Porque practica un juego sucio que deja las manos libres a unos pocos al mismo tiempo que abandona a su suerte a la mayoría. Su concesión de libertad al mercado, sin intervenir para nada, no es respeto a las leyes que hacen posible la riqueza, sino carta blanca para los corsarios de la explotación, cuya riqueza es mera apariencia, montada sobre el sufrimiento de las víctimas. Hace años ya, el economista austriaco Wilhelm Röpke (nada sospechoso de izquierdista) advertía que “una economía de mercado viable y satisfactoria no se produce precisamente porque de una manera deliberada nos concretemos a no hacer nada. Tal economía es más bien un producto artificial y un artefacto de la civilización (…) particularmente difícil de construir. El carácter artificioso del mercado reclama, por tanto, el auxilio de los ordenes jurídico, político y moral”.
El Estado es el problema cuando, en lugar de garantizar la justicia mediante leyes y medidas que garanticen la igualdad de oportunidades, servicios y bienes, permite que los especuladores campen a su anchas sin otro norte que el de acrecentar sus negocios.
Es triste comprobar que quienes están más en contra del Estado, en su calidad de recaudador de impuestos como un medio para distribuir equitativamente la justicia, sean, en la mayoría de casos, personas conservadoras, defensores de la familia, Dios y la patria.  No hay tradición en la historia de las naciones, culturas y civilizaciones que no haya legislado en favor de los miembros más débiles de la sociedad, los pobres, siempre expuestos a la feroz mordida de los ricos y poderosos.
Si pensamos, por ejemplo, en el antiguo Estado hebreo, las leyes son claras y abundantes sobre la economía privada y pública de la época. Se podrían multiplicar la citas bíblicas sobre la legislación mosaica que regula los tiempos de la cosecha, la posesión de tierras y su rescate, en caso de pérdida, el préstamo con interés, la servidumbre por deudas, el perdón de las mismas, la obligación del pariente próximo (el goêl) de socorrer a sus familiares caídos en desgracia, el cuidado de la viudas y de los huérfanos. La obligación de dejar para la rebusca algunos racimos o uvas caídas de la cepa durante la faena más importante de la economía antigua, la vendimia, de modo que los necesitados pudieran obtener unos mínimos de bienes para su subsistencia. Lo mismo respecto a la recolección de cereales. Las espigas caídas debían dejarse para los pobres que iban a espigar los campos una vez que los segadores y cosechadores terminaban su faena.
También los períodos de fiesta y descanso estaban regulados detalladamente por la ley y protegidos de su infracción mediante el peso de la ley. El Sábado, en especial, era día de reposo absoluto, para personas y animales; nacionales y extranjeros; señores y esclavos. Tan importante era este día de reposo, sacralizado por el culto a Dios, que no podía quebrantarse ni en días de cosecha, cuando muchos tendían a ignorar esta ordenanza debido a la urgencia de recogerla cuanto antes.
No eran las leyes de la productividad, la eficacia industrial, la creación de riqueza, las que animaban el espíritu de los legisladores hebreos, sino el respeto a las leyes divinas en las que estaban sumidas y garantizadas las leyes humanas en su aspiración a una vida digna y dichosa.
Para los conservadores modernos, neoliberales laicos y religiosos, esto supone una injerencia del Estado en la sociedad y en la economía.  Pero el Estado —sea teocrático, monárquico o demócrata—, según la Biblia, sí debe interferir en las leyes económicas del mercado o las finanzas cuando estas afectan a los pobres y necesitados. Con ello, el legislador bíblico, guiado por la voluntad divina, pretende que las fuerzas del capital y del mercado no se erijan en poderes autónomos y devengan, como sucede cada vez que esto ocurre, también en el antiguo Israel, en poderes idolátricos exigentes de sacrificios humanos cuya voracidad es común a todas las épocas, latitudes y culturas.
Legisladores, profetas, cercanos al pueblo y portavoces de los oprimidos y sufrientes, son la voz de Dios frente a los gobernantes, los ricos y poderosos que pisotean los derechos del pobre, de la viuda y el huérfano. El Estado es responsable ante Dios —la historia o el pueblo, si se prefiere— de legislar sobre la economía de modo que no se convierta en un poder opresor de la persona, sino en un servicio a la misma, conforme al principio asentado por Jesucristo, que coloca a la persona en el centro de los intereses humanos y divinos.

Nota bibliográfica
Susan George, El pensamiento secuestrado. Icaria, Barcelona 2007.
José María Marco, La nueva revolución americana. Ciudadela Libros, Madrid 2007.
M. Douglas Meeks, God The Economist: The Doctrine of God and Political Economy. Fortress Publishers, 2000.
Bernardo Pérez Andreo, Un mundo en quiebra. Catarata, Madrid 2011.
Wilhelm Röpke, A Humane Economy. Henry Regnery Company. Chicago, 1960.
José Luis Sicre, “Con los pobres de la tierra”. La justicia social en los profetas de Israel. Ed. Cristiandad, Madrid 1984.
Richard M. Weaver, Las ideas tienen consecuencias. Ciudadela Libros, Madrid 2008.
Thomas W. Woods, Por qué el Estado sí es el problema. Ciudadela Libros, Madrid 2008.

Autor/a: Alfonso Ropero Berzosa


Director Editorial de CLIE. Dr. en Filosofía (Sant Alcuin University College, Oxford Term, Inglaterra). Autor de Filosofía y cristianismo; Introducción a la filosofía; La renovación de la fe en la unidad de la Iglesia; Mártires y perseguidores.
Fuente: Lupa Protestante.

    viernes, 28 de diciembre de 2012

    Tal día como el 27 de Diciembre, en 1868

     INAUGURACIÓN PÚBLICA DEL PRIMER TEMPLO PROTESTANTE EN SEVILLA27



    27/12/1868

    INAUGURACIÓN PÚBLICA DEL PRIMER TEMPLO PROTESTANTE EN SEVILLA

    A la numerosa comunidad protestante sevillana del siglo XVI, le derribaron los inquisidores las casas particulares en las que se reunían y los mandaron a las hogueras o el exilio. En los siglos XVII y XVIII, fueron acogidos en los recintos cúlticos y domésticos de sus correligionarios extranjeros. En el primer tercio del XIX, una barbería o una capilla anglicana, les congregaba y en este día, con el fruto de la evangelización de los representantes de la Sociedad para la Evangelización de España y de Juan Bautista Cabrera, pudieron por primera vez anunciar el Evangelio y Administrar los Sacramentos públicamente, como había profetizado Cipriano de Valera.

    jueves, 27 de diciembre de 2012

    Sermón del día de Navidad del Arzobispo de Canterbury



    El cincuenta y nueve por ciento de los británicos se describen a sí mismos como cristianos, cosa de la que nos ha informado el censo que se realizó hace un par de semanas, esto es un doce por ciento menos que hace diez años. Por supuesto esto causo una gran alegría en un par de organizaciones que están en contra de lo religioso, pero si yo fuera un miembro de la Asociación Humanista Británica, quizás debería hacer alguna reflexión antes de mostrar mi excitación por el resultado. Sigue siendo cierto que tres cuartas partes  de la población se identifican con alguna forma de fe religiosa. Y lo que el censo no recoge porque quizás no pueda medirse es qué y cómo piensan de la religión los que no se identifican con lo religioso, acaso ¿nunca lo pensaron? ¿no les gustaría creer en algo? ¿ven a la religión como un problema para el curso de la sociedad?. A raíz del voto contra la ordenación de mujeres obispo del último Sínodo de la Iglesia de Inglaterra, el mes pasado, lo que resultó sorprendente fue el revulsivo que resultó para la Iglesia que buscaba credibilidad y sin embrago tuvo una verdadera sensación de perdida por ello dando la sensación de no poner al día sus asuntos, pese a ello fue sorprendente la cantidad de gente que participó en el censo votando si.

    martes, 25 de diciembre de 2012

    ¿Qué nos pregunta Jesús?



    Hermanas y hermanos:

    Hoy, día de Navidad, día en el que conmemoramos la venida de nuestro Señor a este mundo para nuestra salvación quizás debamos renovar nuestro compromiso para con Él. 
    Por ello no quiero dejar pasar algunas consideraciones para nuestra reflexión:

    Siempre me he preguntado por qué es tan siniestra la visión que algunos tienen de la relación de Dios para con los seres humanos, parte de su creación. ¿Por qué esa visión tenebrosa y asustadiza para nuestro acercamiento a Jesús?, ¿por qué siempre nos hacen sentirnos pecadores, viciosos, miserables, etc etc... como para acercarnos a Jesús y orarle y bendecir su nombre?. De esa forma lo único que se consigue es, falseando la verdad, el alejamiento de Dios, el abandono de la oración, transmitir la sensación de que ya hemos traicionado a Dios y por tanto estamos fuera de sus propósitos.

    ¡Que equivocación!; hay veces que aquellos que nos predican sobre la Palabra de Dios no han entendido ni una letra de lo que Él nos dice.

    Cuando Jesús fue traicionado por Pedro (aquello de que me negarás tres veces antes de...), tras la resurrección Jesús fue en busca de Pedro ¿y qué le dijo?. ¿acaso le reprochó algo?, ¿le amonestó por su comportamiento?, ¿le recordó su traición?, ¿le condeno con una larga perorata sobre los males de este mundo y la condenación eterna?.¿le impuso sacrificios y penitencias?: NO

    ¿Qué hizo Jesús?. Tras repetirle el milagro de la pesca (recordemos el episodio en que Jesús le dijo a Pedro que le siguiera que le haría pescador de hombres) en esta ocasión Jesús, sin ser reconocido por Pedro y Juan, desde la orilla les dice que echen la red al otro lado de la barca y se repitió el milagro, entonces Pedro le reconoció y fue hasta donde estaba Jesús y éste sólo le hizo una pregunta: Simón ¿me amas?.

    Con el sentimiento de esa pregunta es con el que nos debemos acercar a Dios, nuestro Señor, cada día. Porque Dios no nos larga una retahíla de reproches cuando acudimos a su presencia, sólo nos pregunta eso ¿ME AMAS? y sí, Dios aborrece el pecado, la traición, todos los defectos que tenemos y en los que caemos  constantemente, pero Él tiene la Gracia.

    Se equivocan quienes nos enseñan toda una sarta de condiciones a cumplir antes de presentarnos ante Dios; Jesús mismo nos lo deja dicho en la oración que nos enseñó para dirigirnos al Padre: Padre nuestro..., venga a nosotros....hágase tu voluntad....El pan nuestro.... y perdona nuestras deudas así ....; fíjense bien en la estructura de la oración, al final, solo al final pedimos el perdón. Incluso nos hemos sentado a la mesa del Señor antes, ''el pan nuestro de cada día....''. También nosotros nos equivocamos cuando tomamos decisiones como la de aquello de: ''desde hoy todos los días antes de levantarme o acostarme no lo haré sin leer un versículo de la Biblia, una oración al Señor, etc... eso es como quien se propone ponerse a dieta o dejar de fumar, mucho envalentonamiento pero poco efectivo, al poco tiempo ya se olvida y entonces nos embarga un sentimiento de culpa que nos hace alejarnos de Él. Como Pedro: yo jamás te negaré incluso si me lleva a la muerte y Jesús una y otra vez le decía que lo haría.... y abandonó toda esperanza por aquel irreprimible sentimiento de culpa y aún así Jesús le buscó.

    Dios nos conoce, sabe ya lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos. Él está fuera del tiempo. Por eso nadie debe abandonar la oración, el contacto con nuestro Creador, el contacto con la Palabra, con las enseñanzas del Maestro porque Dios nos concede la Gracia. No pensemos que por nuestros pecados, errores y debilidades ya Dios nos dio por perdidos ¡falso! aún nos buscará con más ahínco, como ovejas descarriadas.

    Hoy día de Navidad lo que debemos recordar es que cada día Jesús nos pregunta: Simón, Luisa, Juan, Cecilia, Antonio, Pepe... ¿me amas?. 

    domingo, 23 de diciembre de 2012

    Los Tres Tenores - Concierto de Navidad (Viena)



    Grabado en vivo en el opulento Konzerthaus en Viena, el 23 de diciembre de 1999, los tres vocalistas masculinos más populares de ópera contemporánea - Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras. Track Listing: 1. White Christmas 2. Let It Snow 3.Oh Tannenbaum 4. Ay! Para Navidad 5. Tu Dalle Stelle Scendi 6.Carol Of The Drum (The Little Drummer Boy) 7. Ave Maria, Dolce Maria 8. Wiegenlied I 9. De Jingle Bells 10. Niños de Navidad 11.La Virgen de La Panales 12. Vuelve a casa por Navidad 13. Adeste Fideles 14. Cantique de Noel (O Holy Night) 15. Amazing Grace16. Feliz Navidad 17. Noche de Paz 18. Paregaria (El Can de L'Anima a La Verge) 19. Winter Wonderland 20. Wiegenlied II 21.Sleigh Ride 22. Susani 23. Un Nuevo Siglo 24. Dormi O Bambino25. Feliz Navidad / War Is Over

    sábado, 22 de diciembre de 2012

    In Dulci Jubilo

    Adviento: Esperanza que confronta



    Adviento: Esperanza que confronta 
    «De sus tronos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes. 
    A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías!
    ».
    Lucas 1.52–53 – nvi
    La esperanza cristiana no es ingenua; sabe que lo que espera (paz, justicia y vida plena) requiere la confrontación con los poderes que se oponen a sus ideales. En la Biblia esos poderes son representados a veces por medio de figuras y símbolos que apuntan a la realidad del mal (dragones de siete cabezas, bestias imperiales, etc.).
    El reino de Dios avanza en contra del antireino de maldades. Y María lo sabía muy bien; por eso su cántico de celebración (Magníficat) está compuesto en términos de una victoria que se gana y una derrota que debe ser aplaudida. Ella dice que el trono de los poderosos será derrocado, que los humildes serán honrados, que los que padecen hambre por fin serán saciados y que los ricos injustos —también por fin— serán devueltos sin sus acostumbradas fortunas. ¡Qué valiente María!
    La alegría de ella y la razón por la cual llama a Dios Magnífico es porque él «Hizo proezas con su brazo; desbarató las intrigas de los soberbios» (1.51). La victoria del Señor es el triunfo de la justicia sobre los que buscan perpetuar la iniquidad, de la paz sobre los que quieren que las guerras permanezcan por siempre y de la vida plena sobre los que conciben planes de muerte.
    Los que no aman la paz, ni sueñan con la justicia muy poco encontrarán qué celebrar junto al pesebre.
    Para seguir pensando:
    «¡Nadie lo sabe aún, pero los pobres, los hambrientos y los humillados han vencido! Y esta desconocida de catorce años es su inesperada representante. No se necesita ser freudiano para percatarse de la agresividad tácita en las palabras de María: mi hijo triunfará, invertirá y desagraviará todas nuestras previas humillaciones; nuestro pueblo será exaltado en él… y yo seré el origen de todo esto».
    Carmiña Navia (teóloga colombiana)
    Oración:
    A nivel mundial, el hambre es el mayor riesgo para la salud; mata más personas que el SIDA, la malaria y la tuberculosis juntos. Una de cada ocho personas en el mundo dormirá con hambre esta noche. Clamemos al Señor porque esta y tantas otras condiciones infrahumanas en nuestro mundo, que aguardan por justicia, nos muevan a unirnos al Dios Magnífico que es poderoso para levantar al pobre, al hambriento y al humillado y convertirlo en sujeto de transformación

    Autor/a: Harold Segura C.

    Coro de la Abadía de Westminster

    viernes, 21 de diciembre de 2012

    MENSAJE DE NAVIDAD Y EPIFANÍA DEL OBISPO DIOCESANO DE LA IGLESIA ESPAÑOLA REFORMADA EPISCOPAL



    A todos los miembros de la Iglesia española Reformada Episcopal:

     MENSAJE DE NAVIDAD Y EPIFANÍA DEL OBISPO DIOCESANO DE LA IGLESIA ANGLICANA DE ESPAÑA (IERE).

    Jesucristo no es un mito


    Vivimos en tiempos en los que la relativización de todos los principios morales y éticos que hasta ahora parecían seguros están puestos en discusión. Esto puede ser debido a una realidad social en la que el consumo y el materialismo han suplantado todo tipo de espiritualidad, en la creencia de que son el medio y objetivo de la sociedad en la falsa expectativa de la consecución de la felicidad, o bien a haber sustituido la presencia de Dios en nuestras vidas por la asunción de principios al servicio de la economía, de los mercados, etc... en la falacia de que todo lo que representa la espiritualidad cristiana y la Palabra de Dios careciera de todo valor.

    Precisamente, cuando el hombre parecía haber conseguido acariciar la felicidad completa sin atender a ningún principio moral, el derrumbamiento de este sistema nos está llevando a la deshumanización de la sociedad. Todos los valores construidos emanados de la justicia social basada en la comprensión y puesta en práctica de lo que Dios nos marca con su Palabra, se ha puesto en entredicho, como si todo fuera solo producto de un mito.

    Jesucristo no es un mito, no es una historia antigua, no es aquello, lejano en nuestra memoria, que nos enseñaron cuando éramos pequeños. Jesucristo, sus enseñanzas, su redención, es el único camino que puede sacarnos de esta situación. No hay solución para esta sociedad si no volvemos nuestros rostros hacia el Hijo de Dios. La respuesta que hoy tantos y tantos buscan están en unas palabras simples y de una enorme trascendencia: ''AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO''. 

    Celebramos el tiempo de Navidad y la Epifanía, el tiempo de preparar la llegada y de recordar la venida de Jesús a este mundo y eso es motivo de alegría para todos los que nos consideramos cristianos y también es motivo de reflexión sobre la futura vuelta de nuestro Señor. ¿Estaremos preparados para ese momento? ¿Habremos cumplido con nuestra misión?.

    Como Iglesia, sabemos que somos propagadores de la Palabra y que ello se está materializando en la creación de nuevas misiones que sirvan para la expansión de la obra evangelizadora que venimos desarrollando desde hace siglos en nuestro país. Hoy es motivo de alegría poder decir que han comenzado  misiones en  Santa Olalla, (Toledo), en  Elche (Alicante), Zaragoza, Pamplona y El Escorial (Madrid). Se abre ahora un tiempo de reflexión y trabajo en torno a la puesta en marcha del nuevo Plan Diocesano y de la celebración del próximo LII Sínodo de nuestra Iglesia en 2013.

    No quiero terminar este mensaje de afecto y aliento a todos vosotros con ocasión de este tiempo de Navidad y Epifanía sin traer a nuestra memoria a quienes durante este año han vuelto a la casa del Padre, especialmente al obispo Rvdmo. Arturo Sánchez, al Rvdo. Antonio Andrés Puchares, al Rvdo. Valentín Muñoz Maíllo, a la Rvda. Susana  Woodcock y  a la viuda del Rvdo. Amat. Damos gracias a Dios por ellos

    Recordemos, que Jesús es vida y salvación y nuestra sociedad necesita saberlo.

    Feliz Navidad y Epifanía a todos.

    +Carlos López
    Obispo en Madrid

    miércoles, 19 de diciembre de 2012

    Reflexiones sobre el Adviento.


    Reflexiones sobre el Adviento.

    Sobre Juan 1:6-26

    Es muy probable que la insistencia del evangelio de Juan en la identidad del Bautista se deba a que considera necesario zanjar el asunto de forma tajante, es decir, Juan no es el Mesías, solo es su enviado, su precursor; la palabra que lo anuncia. Es un evangelio tardío el de Juan; eran ya muchos los años transcurridos desde la muerte del nazareno y con toda seguridad aquella comunidad ya no tenía que ver con la sinagoga; hay indicios suficientes en el propio texto que así lo muestran. Lo verdaderamente grandioso de este evangelio es que para él “lo de Jesús” es algo totalmente nuevo; pura novedad. Jesús como culminación de lo anterior, de lo viejo; puerta de entrada a una realidad totalmente diferente, totalmente nueva. Esto es algo importante que olvidamos con bastante frecuencia empeñandonos una y otra vez en volver atrás, a lo antiguo, a lo de siempre, y así hasta llegamos a decir: hasta aquí ha funcionado ¿por qué cambiar?; exactamente, “hasta aquí”, porque lo que hemos hecho en muchos casos ha sido convertir lo novedoso en rutina, incluso en vulgaridad, y ya no dice gran cosa.


    Adviento: El Señor se acordó



    «En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor.  Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril; y los dos eran de edad avanzada».
    Lucas 1.5–7 – nvi
    Eran dos personas ancianas; ambas descendientes de la tribu de Aarón (de la casta sacerdotal) y, lo más importante, reconocidas por actuar con rectitud y por ser fieles observantes de los preceptos del Señor. Credenciales suficientes para creer que no experimentaban problemas, pero los tenían. También los justos viven la vida entre frustraciones y alegrías.
    Ella, Elizabet, era estéril, tal como Sara, Rebeca, Raquel, la madre de Sansón, también la de Samuel y tantas otras que padecieron la discriminación social y lucharon contra la duda de pensar que Dios se había olvidado de ellas.
    Siendo una persona de avanzada edad, le resultaría difícil esperar que se le cumpliera el sueño de su vida: tener un hijo. Hay edades para alimentar ciertas ilusiones, y otras para olvidarlas… comentan los realistas.
    Pero, cuando ya no había nada que esperar, llegó el milagro. Zacarías fue sorprendido por la visita del ángel Gabriel, quien le anunció que su esposa tendría un hijo. ¡Para no creerlo! Tan sobrecogedora fue la sorpresa que el anciano sacerdote reaccionó como cualquier persona normal, con incredulidad y temor (1.18).
    El nombre de él, Zacarías, significa el Señor se acordó. Se acordó para darles el regalo inesperado de Juan el Bautista, quien fue el predecesor de Jesús. Nunca es tarde para esperar lo que humanamente ya no es esperable. Mientras quede vida, siempre debe alimentarse la esperanza.
    Para seguir pensando:
    «La esperanza vieja es la más dura de perder».
    Elizabeth Barrett Browing (poetisa inglesa, 1806–1861)
    Oración:
    La falta de sentido y la pérdida de la esperanza son dos de los grandes males de nuestra época; se pierde la esperanza estando aún muy joven. Pidamos al Señor porque en la juventud se afirme la esperanza en que por fin nacerá, por la operación del Espíritu de Dios, un nuevo día en que Cristo triunfará y establecerá en nuestro país la justicia, la paz y la vida plena del reino de Dios.

    Autor/a: Harold Segura C.

    martes, 18 de diciembre de 2012

    Música coral de Navidad.

    Adviento: Dios humanizado


    Adviento: Dios humanizado
    «Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob; y Jacob fue padre de José, que fue el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. Así que hubo en total catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta la deportación a Babilonia, y catorce desde la deportación hasta el Cristo».
    Mateo 1.15–17 – nvi
    Varios asuntos de la genealogía que nos presenta el Evangelio Según Mateo captan nuestra atención (1.1.17). El primero es su simetría; aparecen tres grupos de catorce generaciones cada uno. Otro es la omisión de algunos reyes que existieron entre Jorán y Ozías (1 Reyes 8.24). Uno más, y el más extraño para las costumbres orientales, es que nombra a cuatro mujeres: Tamar, Rahab, Ruth y la mujer de Urías. Resulta extraño porque los derechos mesiánicos legales se establecían por la línea paterna. Más llamativo aún es que las mujeres mencionadas eran extranjeras… y algunas de dudosa reputación moral.
    Esta genealogía resalta la humanidad de Jesús en su máxima expresión. El Cristo, que procede del Altísimo, tiene una ascendencia terrenal cruzada por la diversidad cultural y marcada por el sello de lo humano. En esta lista se incluyen reyes de mil batallas, familias deportadas, hombres que probaron el amargo sabor del error y mujeres que defendieron su dignidad en contra de todo y de todos.
    «Jesús, llamado el Cristo», es el Mesías esperado. Pero ya esta genealogía explica por qué también, aunque anhelado, será despreciado hasta la condena de la cruz. Esperaban un Mesías menos humano, menos amigo de los pecadores, menos débil.
    Nuestra redención viene por medio del Dios humanado. Nos redime de la tentación de querer volvernos divinos (la tentación que resistió Jesús en el monte). Nos redime para que seamos genuinamente humanos, en medio de la deshumanización de este mundo.
    Para seguir pensando:
    «En definitiva,  él, una persona humana como nosotras (excepto en el pecado, Romanos 8.3) en su manera de ser y de vivir, en su decir y en su hacer, nos muestra qué humanidad sí y qué humanidad no, qué religión sí y que religión no, qué compromiso sí y qué compromiso no, qué espiritualidad sí y qué espiritualidad no, qué Dios si y qué Dios no».
    Marta Zubía Guinea (teóloga, Universidad de Deusto)
    Oración:
    Veinticinco millares de niños y niñas mueren cada día de hambre en el mundo. Oremos para que se creen soluciones que agoten la crisis alimentaria mundial, y pidamos al Señor que las personas que nos confesamos cristianas actuemos en este asunto como Cristo, como más humanos, con responsable solidaridad.

    Autor/a: Harold Segura C.

    lunes, 17 de diciembre de 2012

    Oíd un son en alta esfera.

    Durante esta tiempo previo a la Navidad sustituimos los himnos que diariamente incluimos en la columna de la derecha de esta página por estos vídeos de himnos navideños, que esperamos les gusten.

    domingo, 16 de diciembre de 2012

    “Magistra vitæ et testis temporum”




    Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo. (Efesios 1, 3-4a RVR60)
    No es la primera vez que encabezamos alguna de nuestras reflexiones en La Lupa Protestante con un título en latín tomado de alguna sentencia emitida por un autor clásico. La lengua latina —mal que les pese a muchos de sus enemigos declarados, que quisieran verla desaparecer para siempre de las aulas y de todas partes— tiene su propio encanto, su particular sabor cultural en nuestro mundo occidental, románico o germánico, bien ejemplificado en los numerosísimos aforismos que ha generado su literatura en la pluma de escritores cuyo valor es imperecedero. Este que leemos hoy procede del gran orador de oradores Marco Tulio Cicerón, más concretamente de su obra De Oratore II, 9, y es una definición de la historia como disciplina: “La Historia (con mayúscula) es maestra de la vida y testigo de los tiempos”, o sea, tiene una doble función, siempre según el ilustre escritor: informar e instruir al mismo tiempo.

    Adviento: Opiniones que matan


    Adviento: Opiniones que matan
    «Entonces los discípulos le preguntaron a Jesús: —¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que venir primero? —Sin duda Elías viene, y restaurará todas las cosas —respondió Jesús—. Pero les digo que Elías ya vino, y no lo reconocieron sino que hicieron con él todo lo que quisieron. De la misma manera va a sufrir el Hijo del hombre a manos de ellos. Entonces entendieron los discípulos que les estaba hablando de Juan el Bautista».
    Mateo 17.10–13 – nvi

    La confrontación entre lo que afirman los maestros de la ley y lo que ocurre en la realidad del reino, continúa. Ellos creen conocer los tiempos de Dios y piensan que hasta el mismo Dios debe sujetarse a sus pronósticos. Pretenden ser los dueños de los misterios eternos.
    Pero la verdad es que, cuando ellos predicen que algo va a suceder, eso ya sucedió. Y cuando creen que algo va a pasar en primer lugar, pasa al final. Cuando ellos hablan de Elías, la historia indica que el personaje es Juan el Bautista. No aciertan, pero aún insisten en poseer el monopolio de la fe. Esas equivocaciones no serían graves si fueran simples opiniones para debatir en círculos académicos; pero lo son, y mucho, porque conducen a decisiones que trastocan la vida de la gente.
    Los desaciertos proféticos de los maestros de la ley impidieron que el pueblo reconociera la identidad de Juan el Bautista y por eso «hicieron con él todo lo que quisieron» (17.12)… de igual manera actuarían también con el Hijo del hombre.
    Equivocarse en materia de religión o teología muchas veces el resultado será grave y su costo, alto. Baste recordar las consecuencias de las Cruzadas, la quema de herejes, las guerras santas de ayer y las invasiones imperialistas de hoy.
    La religión no es un fenómeno sin envergadura en el desarrollo de los pueblos; define la vida de personas concretas y permea la cultura… para bien o para mal.
    Para seguir pensando:
    «Las académicas feministas, entonces, señalan correctamente que por demasiado tiempo la tradición cristiana fue grabada y estudiada por teólogos, quienes, con conciencia o no, la entendían desde una perspectiva patriarcal de dominación masculina».
    Elizabeth Schüssler Fiorenza
    Oración:
    En Siria, más de cuarenta millares de personas han sido asesinadas desde cuando se iniciaron las protestas populares en contra del gobierno, en enero de 2011. El número de personas desplazadas aumenta cada día. Oremos porque se alcance la justicia que pretenden estas protestas y se llegue a la reconciliación en Siria y otros pueblos en conflictos internos semejantes. También roguemos para que Dios dé discernimiento a los líderes religiosos (musulmanes, cristianos y otros) de estos pueblos para que actúen como constructores de paz.

    Autor/a: Harold Segura C.

    Hoja diocesana nº 685

    Iglesia Española Reformada Episcopal
    (Comunión Anglicana)
    HOJA DIOCESANA Nº 685
    5º Domingo de Adviento (Rito Mozárabe)
    Domingo 16 de diciembre 2012

     
    "Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.  Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?  Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis." (Jn 1, 19 - 28)

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    Lecturas Bíblicas Dominicales
    Profecía:                    Isaías 35, 1 - 10.
    Epístola:                    1ª Corintios, 4, 1 - 5.
    Evangelio:                 Juan, 1, 19 - 28.


    Profecía: Isaías 35, 1 a-10.
     Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la hermosura del Dios nuestro. Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.  Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.  Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.  Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la  lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos del Señor volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.
    Epístola: 1ª Corintios 4, 1 – 5.
    Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. 
    Evangelio: Juan 1, 19 - 28.

    Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: 
    ¿Tú, quién eres? 
    Confesó, y no negó, sino confesó: 
    Yo no soy el Cristo. 
    Y le preguntaron: 
    ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? 
    Dijo: No soy. 
    ¿Eres tú el profeta? 
    Y respondió: 
    No.  
    Le dijeron: 
    ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 
    Dijo: 
    Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: 
    Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. 
    Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.  
    Y le preguntaron, y le dijeron: 
    ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?  Juan les respondió diciendo: 
    Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.  Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. 
    Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
    EL QUE VIENE DESPUÉS DE MI
     ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? …Este es el segundo interrogatorio de Juan, esta vez por los fariseos. “En el tiempo de Jesús, los fariseos eran uno entre muchos grupos de líderes religiosos judíos, pero para el tiempo del cuarto evangelista, los sucesores de los fariseos, los rabinos, fueron el grupo dominante en el judaísmo”. Los opositores de Jesús durante su vida, se convirtieron en los primeros opositores de la iglesia durante el primer siglo.  La manera en que los fariseos ponen sus preguntas los hace aparecer como si esperaran al Mesías, Elías o al profeta para bautizar. El verdadero punto detrás de sus preguntas, sin embargo, es preguntar por la autoridad con que Juan estaba bautizando judíos, una práctica generalmente reservada para los gentiles que se convertían al judaísmo. “La respuesta de Juan indica que su bautismo es una preparación para la aparición del Mesías que está escondido, que ya está en medio de Israel y está por cumplir su tarea mesiánica.
    Una vez más, Juan dice que lo que no es. No es “digno de desatar la correa del zapato” (v. 27), una tarea insignificante que se solamente se requería de los esclavos, probablemente sólo de esclavos gentiles. Juan está diciendo que el grado de diferencia entre él y quien ya está en medio de ellos es más grande que el que está entre un maestro y el esclavo más bajo.
    Tenemos que admirar el valor de Juan, porque sus inquisidores son claramente hostiles, pero Juan no hace hoyos en su testimonio sobre Cristo. Habla atrevidamente, incluso si su atrevimiento lo pone en peligro. Él es “un modelo para todos lo que siguen… La iglesia como un cuerpo está llamada a testificar… (en Navidad), en cada himno, cantata, celebración, don, culto, acto de caridad, que la iglesia primero diga ‘nosotros no somos la luz, pero hemos venido a dar testimonio de la luz’…: ‘El Mesías ha venido, y es Jesús’”
    Nosotros, la iglesia, estamos llamados a testificar de Cristo, con obras y palabras, en el buen tiempo y el malo, cuando nos va bien y cuando no, cuando es peligroso y cuando no lo es. Irónicamente, el testimonio de la iglesia frecuentemente ha sido más fiel cuando está bajo persecución que bajo la prosperidad. Quienes estamos en el Primer Mundo necesitamos recordar que cristianos mueren todos los días debido a su testimonio de Cristo. También necesitamos enfrentar la realidad de que, en nuestro mundo post septiembre 11, podemos enfrentarnos con la decisión de renunciar a Cristo o morir. Siempre ha sido peligroso para los Cristianos del Tercer Mundo. Ahora está comenzando a ser peligroso para el resto de nosotros. Tal vez eso no sea algo malo para la iglesia, que puede ser reforzado por la pérdida de los que nunca se comprometen.
     “Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán” (v. 28). Esta no es la Betania cerca de Jerusalén donde Jesús visitaría a María, Marta y Lázaro (11:1-44). El lugar donde estuvo esta Betábara al otro lado del Jordán es desconocida el día de hoy. 

    Lecturas Bíblicas Para la semana
    1        Lunes: Fil 2.1-11 / Ez 20 / Is 49
    2         Martes: Fil 2.12-30 / Ez 21-22 / Is 50
    3         Miercoles: Fil 3 / Ez 23 / Is 51
    4         Jueves Fil 4 / Ez 24 / Is 52
    5        Viernes: Col 1.1-23 / Ez 25-26 / Is 53
    6        Sabado: Col 1.24-2.19 / Ez 27-28 / Is 54
    7        Domingo: Col 1.24-2.19 / Ez 27-28 / Is 54