Diversas asociaciones y ONG, desde Madre Coraje a Trébol de Corazones, una asociación cardiaca de Cádiz, montaron ayer una exposición en el Palacio de Congresos con motivo del Día Internacional del Voluntariado.
Cruz Roja, que cuenta con 3.800 voluntarios en toda la provincia, de ellos unos mil en la capital, también acudió a la cita con Carlos Jaime Pérez, director provincial de Voluntariado al frente, que precisó que Cruz Roja no es ni una asociación ni una ONG, sino una institución auxiliar de los poderes públicos para mitigar las carencias donde no llegan las administraciones y reconoció que la crisis, que acerca las necesidades, anima a hacer más por los afectados.
Por los voluntarios también estaban José Ramón Sánchez Macías, integrador social, e Isabel Palma Gerena, trabajadora social, el primero dedicado a trabajar con personas vulnerables y en riesgo de exclusión, mientras que la segunda lo hace con personas sin hogar.
José Ramón Sánchez destaca que hasta el pasado 31 de octubre han formado a un centenar de personas, de las que 52 han encontrado empleo, tras un periodo de formación y recorrer un itinerario personalizado en función de sus capacidades individuales. Entiende que no sólo el dinero es importante, sino también llevar una sonrisa a una persona que la necesita.
Isabel Palma resalta que tres veces por semana un grupo recorre la ciudad por las noches llevando café, zumos y bocadillos a personas sin hogar, pero sobre todo sin compañía, tan solos como si fueran invisibles. Dice que todas las manos son pocas y que siempre es posible dedicar un rato a los demás, además de ser una forma de lucha contra la injusticia.
La participación del voluntariado en los programas sociales de Cruz Roja es uno de los motores básicos del llamamiento de ayuda Ahora más que nunca, con el objetivo de luchar contra la pobreza, combatir las consecuencias de la crisis y poder ampliar la atención social a personas en situación de extrema vulnerabilidad.
En la provincia los 3.800 voluntarios hacen posible proyectos como Alimentos para la solidaridad, que distribuye víveres a personas afectadas por la crisis; proyectos de promoción de éxito escolar, y salir a la calle a atender a personas sin hogar, a través de las unidades UMES.
"Gracias a ese compromiso cotidiano", apunta Carlos Jaime, "Cruz Roja intenta dar respuesta a las personas que conoce de cerca y que atraviesan situaciones muy difíciles".
Fuente: diariodecadiz.es
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