Páginas

martes, 25 de diciembre de 2012

¿Qué nos pregunta Jesús?



Hermanas y hermanos:

Hoy, día de Navidad, día en el que conmemoramos la venida de nuestro Señor a este mundo para nuestra salvación quizás debamos renovar nuestro compromiso para con Él. 
Por ello no quiero dejar pasar algunas consideraciones para nuestra reflexión:

Siempre me he preguntado por qué es tan siniestra la visión que algunos tienen de la relación de Dios para con los seres humanos, parte de su creación. ¿Por qué esa visión tenebrosa y asustadiza para nuestro acercamiento a Jesús?, ¿por qué siempre nos hacen sentirnos pecadores, viciosos, miserables, etc etc... como para acercarnos a Jesús y orarle y bendecir su nombre?. De esa forma lo único que se consigue es, falseando la verdad, el alejamiento de Dios, el abandono de la oración, transmitir la sensación de que ya hemos traicionado a Dios y por tanto estamos fuera de sus propósitos.

¡Que equivocación!; hay veces que aquellos que nos predican sobre la Palabra de Dios no han entendido ni una letra de lo que Él nos dice.

Cuando Jesús fue traicionado por Pedro (aquello de que me negarás tres veces antes de...), tras la resurrección Jesús fue en busca de Pedro ¿y qué le dijo?. ¿acaso le reprochó algo?, ¿le amonestó por su comportamiento?, ¿le recordó su traición?, ¿le condeno con una larga perorata sobre los males de este mundo y la condenación eterna?.¿le impuso sacrificios y penitencias?: NO

¿Qué hizo Jesús?. Tras repetirle el milagro de la pesca (recordemos el episodio en que Jesús le dijo a Pedro que le siguiera que le haría pescador de hombres) en esta ocasión Jesús, sin ser reconocido por Pedro y Juan, desde la orilla les dice que echen la red al otro lado de la barca y se repitió el milagro, entonces Pedro le reconoció y fue hasta donde estaba Jesús y éste sólo le hizo una pregunta: Simón ¿me amas?.

Con el sentimiento de esa pregunta es con el que nos debemos acercar a Dios, nuestro Señor, cada día. Porque Dios no nos larga una retahíla de reproches cuando acudimos a su presencia, sólo nos pregunta eso ¿ME AMAS? y sí, Dios aborrece el pecado, la traición, todos los defectos que tenemos y en los que caemos  constantemente, pero Él tiene la Gracia.

Se equivocan quienes nos enseñan toda una sarta de condiciones a cumplir antes de presentarnos ante Dios; Jesús mismo nos lo deja dicho en la oración que nos enseñó para dirigirnos al Padre: Padre nuestro..., venga a nosotros....hágase tu voluntad....El pan nuestro.... y perdona nuestras deudas así ....; fíjense bien en la estructura de la oración, al final, solo al final pedimos el perdón. Incluso nos hemos sentado a la mesa del Señor antes, ''el pan nuestro de cada día....''. También nosotros nos equivocamos cuando tomamos decisiones como la de aquello de: ''desde hoy todos los días antes de levantarme o acostarme no lo haré sin leer un versículo de la Biblia, una oración al Señor, etc... eso es como quien se propone ponerse a dieta o dejar de fumar, mucho envalentonamiento pero poco efectivo, al poco tiempo ya se olvida y entonces nos embarga un sentimiento de culpa que nos hace alejarnos de Él. Como Pedro: yo jamás te negaré incluso si me lleva a la muerte y Jesús una y otra vez le decía que lo haría.... y abandonó toda esperanza por aquel irreprimible sentimiento de culpa y aún así Jesús le buscó.

Dios nos conoce, sabe ya lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos. Él está fuera del tiempo. Por eso nadie debe abandonar la oración, el contacto con nuestro Creador, el contacto con la Palabra, con las enseñanzas del Maestro porque Dios nos concede la Gracia. No pensemos que por nuestros pecados, errores y debilidades ya Dios nos dio por perdidos ¡falso! aún nos buscará con más ahínco, como ovejas descarriadas.

Hoy día de Navidad lo que debemos recordar es que cada día Jesús nos pregunta: Simón, Luisa, Juan, Cecilia, Antonio, Pepe... ¿me amas?. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario