En épocas de crisis el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. Como cada día nos convertimos en testigos o protagonistas de malas noticias, abramos una ventana a la solidaridad, el altruismo y la buena voluntad. Y qué mejor que hacerlo hablando del Banco de Alimentos de Cádiz, una entidad que desde el año 2000 reparte kilos de esperanza entre los más necesitados.
En el almacén que tiene la entidad en la Zona Franca se guarda la mercancía. Enormes palés con pasta, arroz, legumbres, aceite, harina, azúcar, galletas, tomate envasado, cereales, leche... y hasta con artículos de droguería como detergente, champú o pañales, son transportados por unas grúas hasta las dos furgonetas con las que cuenta el Banco, después de haber sido cuantificados y clasificados por tipos de alimentos. Una labor dura y constante en la que los voluntarios son piezas fundamentales. "En la actualidad contamos con 24-25 voluntarios, personas que con sacrificio y esfuerzo hacen que todo salga adelante", señala Mateo Sánchez.
Los cooperantes son en su mayoría jubilados o prejubilados y desempleados que cubren parte de su tiempo libre desempeñando una gran labor social. "Hemos puesto en marcha una Escuela de Voluntariado, gracias a la Caixa, en la que se imparten cursos por toda la provincia. Sirve para que conozcan sus derechos y deberes y para que sepan cómo colaborar de una manera más eficaz". Dice el presidente del Banco de Alimentos que para esta campaña han tenido que pedir más voluntarios debido a la gran cantidad de kilos obtenidos, "puesto que Cádiz es después de Madrid y Sevilla la ciudad que más kilos de alimentos recibe".
Y es que la solidaridad parece no acusar los envites de la crisis. Más bien al contrario, se crece. "El pasado 2011 recogimos un millón de kilos de alimentos más que el año anterior, en total fueron 3.027.982 kilos y este 2012 no paramos de recibir ayuda. Somos más solidarios que nunca".
Y no son sólo los particulares quienes ponen su granito de arena. Las grandes empresas y sociedades también echan una mano. "El día 29 cooperativas agrícolas de toda España enviaron a los Bancos de Alimentos 24.000 kilos de peras y manzanas, y el día 30 fueron otros 24.000 entre melones, sandías, tomates, pepinos y berenjenas", afirma Mateo Sánchez. En nuestra provincia, la Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes ha entregado al Banco 1.500 kilos de patatas, mientras que superficies comerciales suelen donar productos frescos a los que les queda bastante para caducar o aquellos que tienen alguna tara en su envase. Además, en Chiclana, la casa Eroski se ha sumado a la iniciativa Operación Kilo, que se llevó a cabo los días 1y 2 de junio.
Las instituciones tampoco se quedan atrás. Con Diputación acaban de firmar un convenio para apoyar el transporte, almacenamiento y distribución del material, mientras que el Ayuntamiento de Cádiz destina una partida para el mantenimiento de la sede. Por su parte, la Unión Europea facilita cerca de dos millones de kilos de alimentos a los Bancos de todo el país.
Y es que a pesar de los generosos datos, toda ayuda es poca. Subraya Mateo que "ha aumentado notablemente el número de personas que forman parte de las asociaciones, comedores, etc, que ahora mismo puede ser el doble que hace unos años. Para ellos buscamos alimentos como sea, aunque sea de debajo de las piedras", finaliza.
Fuente: Diario de Cádiz / MARIBEL GUTIÉRREZ/ CÁDIZ
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