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lunes, 21 de mayo de 2012

No hay realismo sin Dios


Si escuchas a Lidia Falcón, “la feminista”, en una entrevista en Punto Radio ABC, puedes admirar su militancia por los derechos de la mujer.
Si tu atención la diriges a Noam Chomski, este excepcional sociólogo estadounidense, puedes acabar aplaudiéndole, por su capacidad crítica también dirigida y sobre todo a la sociedad americana.
Si decides seguir las entrevistas de Eduardo Punset, puedes llegar a alucinar, porque toca temas, yo diría de vanguardia; lo último que he sabido de él es que ha tomado parte en el congreso o simposium, sobre la felicidad, del que se ha celebrado, creo que su ¿segunda? edición en España.
La lista podría ampliarse mucho más. Pero al final, me parece que con toda la admiración que cada uno quiera conceder a personas de esta categoría nacional o internacional, donde por supuesto no estamos ni la mayoría de los que acabaréis leyendo estas líneas ni un servidor, al final, decía, creo que se les escapa algo básico, como en la mayoría de los discursos actuales. Su análisis carece del realismo que otorga saber que el ser humano es un ser caído por el pecado; y si prescindes de esta realidad o de la realidad “Dios”, te quedas en esa irrealidad que cualquiera nos creamos en nuestro cerebro, ellos con más ciencia, otros como, un servidor, con mucha menos erudición.
No pretendo compararme, ni juzgarles, carecen de sentido común ambas cosas, para lo que estoy tratando de expresar. Intento decir que los que tenemos La Gracia, porque es un regalo, de conocer la VERDAD, podemos y deberíamos profundizar y completar cualquier análisis que no dispone de este realismo. Por supuesto si el creyente además de conocer la VERDAD  posee abundante erudición mejor que mejor.
¿Dónde están los profetas que en otro tiempo nos dieron las esperanzas y fuerzas para andar? Así preguntaba un poeta de los 70’. No podemos quedarnos en los templos como pretenden ciertos poderosos en la actualidad, no podemos aceptar normas políticamente correctas, pero evangélicamente injustificables. Comenzando por los círculos más próximos y sin ponernos límite, estamos llamados a anunciar la VERDAD, porque lo que se nos ha dado gratis no es opcional proclamarlo o no.
Pastor anglicano Rvdo. Teófilo Revilla
Fuente: Luz digital

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