«EL PROTESTANTISMO LLEGÓ DE LA MANO DE SOLDADOS INGLESES QUE SE CASARON AQUÍ TRAS LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA»
IRENE GÓMEZ. Carlos López Lozano es el máximo representante de la comunidad anglicana en España, una confesión que en Zamora cuenta con la unidad pastoral de Villaescusa y en el conjunto de la provincia unos cien fieles, principalmente asentados en la zona de Toro y La Guareña.
-¿Cuál es el origen de la presencia de la Iglesia Anglicana en Villaescusa?
-Tenemos familias repartidas por varios municipios pero en Villaescusa estamos presentes desde el siglo XIX. Después de la Guerra de la Independencia se quedaron en la zona de Zamora algunos soldados ingleses de Wellington que se casaron con personas de la zona de Toro y algunos pueblos de la comarca de La Guareña. Cuando llegó por primera vez la libertad religiosa a España, con motivo de la revuelta del General Prim en 1868, estos se asociaron un poquito. Mientras tanto, en el pueblo de Villaescusa algunas personas habían llegado a la conclusión, después de leer los evangelios hacia 1869-70, de que la iglesia necesitaba una reforma y después de haberse informado bien los reformistas de Villaescusa se pusieron en contacto con Salamanca, donde había una parroquia protestante.
-¿Nace entonces la primera comunidad?
-Sí, en 1871 en Villaescusa ya habían fundado una pequeña comunidad que fue creciendo. Y a partir de 1880 se abre una escuela, a única que había en el pueblo. También se construyó un templo propio a costa de los fieles del pueblo, casi tan grande como la iglesia parroquial. A partir de ese momento y hasta 1905 se produce un periodo de crecimiento, de tal forma que todo el pueblo se convierte al protestantismo. Tanto es así que el obispo de Zamora le dice al párroco que recogiera las cosas y se volviera para la capital.
-¿Cuánto duró esa etapa sin presencia de la iglesia romana?
-A finales del siglo XIX vuelve otra vez la iglesia romana a enviar sacerdotes y lograron la reconversión de algunas de las familias que retornaron al catolicismo romano. Lo que sucede es que hacia 1895 el cura católico romano de Villaescusa, Agustín Arenales, que había sido enviado por el Obispo, se convierte al protestantismo. Él mismo tomó esa decisión y llegó a ser un gran predicador dentro del protestantismo.
-Pero esos periodos de apogeo de la iglesia anglicana no han sido permanentes ¿no?
-La comunidad de Villaescusa existió más o menos con su escuela hasta la Guerra Civil. Hasta ese momento en la provincia había unidades anglicanas en Villaescusa, Fuentesaúco, Cañizal, La Bóveda y Guarrate, muchas de ellas con su ministro o párroco propio, por lo menos La Bóveda, Guarrate y Villaescusa. Pero cuando estalla la guerra muchos jóvenes de la parroquia son destinados a diferentes lugares y algunos mueren. Ese periodo y la posguerra se convierten en un momento de represión también para la comunidad reformista, de tal forma que queda reducida a unas veinte familias.
-La Guerra Civil influyó entonces en el desmantelamiento de la comunidad.
-Desde luego, porque la Guerra Civil y la posguerra hicieron que muchas familias emigraran a Cataluña, Madrid y otros lugares. Como consecuencia de ello, la comunidad quedó reducida y pasó a depender de la provincia de Salamanca. Desde 1939 a 1952 la parroquia permanece sin un párroco permanente, recibe visitas esporádicas de algún pastor o presbítero que viene de Salamanca o de otros sitios.
-Pero con el paso de los años volvería a recuperar fuerzas.
-Sí, hacia 1989 la comunidad de Villaescusa se reorganizó otra vez, vuelve a tener un párroco residente y durante los últimos tres años ha estado una mujer, pero se ha marchado a Madrid y ahora el pastor viene de Salamanca.
-¿Con cuántos fieles cuenta ahora la Iglesia Anglicana en la provincia?
-En Villaescusa la comunidad tiene su servicio religioso y bíblico. Son unas 40 personas más otras 60 distribuidas por distintos pueblos. En total un centenar de zamoranos en la provincia son anglicanos. Hay en Toro, en Zamora, Fuentesaúco, Guarrate y alguna familia en la zona fronteriza con Portugal.
-Volviendo a la Guerra Civil, varios pastores protestantes zamoranos sufrieron las consecuencias de la represión.
- Efectivamente, fueron fusilados tres pastores. Uno de Villaescusa que se llamaba Pedro de Vegas, amigo de Pío Baroja, murió fusilado en Córdoba. Atilano Coco, de Guarrate, que murió fusilado en Salamanca. Y Julio Caro, que fue párroco en Villaescusa un poquito antes de la guerra, fue fusilado en Bilbao.
-¿Que les diferencia fundamentalmente de la Iglesia Católica?
-La principal diferencia entre el anglicanismo y la iglesia romana es la autoridad. Para nosotros la autoridad son las Sagradas Escrituras, interpretadas a la luz de la tradición y del sentido común. Y en la iglesia greco-romana la autoridad es el obispo de Roma.
-También les distingue su tolerancia con la mujer a la hora de ocupar cargos y el matrimonio, aceptado entre los representantes de la iglesia.
-De esa diferencia de la autoridad surgen todas las demás. La iglesia romana no admite mujeres sacerdotes ni dejan que éstos se casen porque el obispo de Roma dice que no, que es la autoridad y es infalible. Nosotros, a la luz de la sagradas escrituras y de la tradición entendida con sentido común, no vemos que se oponga por ejemplo el criterio de las mujeres. Y si éstas en la época de Jesucristo no eran ministros ni apóstoles era porque la mujer no tenía entidad jurídica, por tanto no podía enseñar ni presidir sino que dependía del padre y del esposo. Pero en el siglo XX, puesto que la mujer tiene entidad jurídica como persona independiente de su esposo, por qué no va a poder enseñar o presidir la comunidad o representar a Cristo en el altar. Todo eso lo da el sentido común y las Sagradas Escrituras.
-¿Y con respecto al matrimonio de los ministros de la iglesia?
-Cómo vamos a prohibir si hasta el año 1000 en toda la cristiandad se casaban los sacerdotes. Eso simplemente es una forma de control porque, claro, un hombre célibe y sin familia se controla mucho mejor que una persona que tiene una familia y tiene que mirar por ella.
-Ha habido épocas de ciertas tiranteces con la comunidad católica, ¿cómo están ahora las relaciones?
-Actualmente son unas relaciones oficiales muy buenas, hemos firmado un documento conjunto entre la Conferencia Episcopal y la Iglesia Española Reformada Episcola sobre el bautismo y mantenemos un diálogo oficial muy positivo y muy bueno.
-¿Y a nivel local, con los representantes de Zamora?
-Pues depende un poco de las personas, las hay más abiertas al diálogo y a la colaboración; nosotros estamos dispuestos a colaborar con todo el mundo. Estoy pendiente de pedir una cita al obispo de Zamora, al que no conozco personalmente. Con el que tuve una relación más estrecha fue con don Atilano.
-Es un momento de compromiso social por la grave crisis económica, ¿cómo ejercen ustedes esa ayuda a las personas en aprietos?
-Todas nuestras parroquias deben tener un programa social de ayuda a los necesitados, incluida Villaescusa. Un programa que llamamos MAS (Misión Anglicana Solidaridad). En Madrid más de 26.000 personas han pasado por nuestras cinco parroquias para recibir atención y si en Villaescusa alguna familia lo necesita también lo recibe. Para nosotros la solidaridad es una opción siempre.
Madrid, 1962
Carlos López Lozano nació en el seno de una familia de tradición protestante. Licenciado en Teología, fue consagrado como obispo por el Arzobispo de Canterbury en 1995. Antes estuvo como párroco en Salamanca y durante cuatro años en Villaescusa. «Me siento muy identificado con Zamora» confiesa el máximo representante de la Iglesia Española Reformada Episcopal. De hecho son frecuentes las visitas pastorales a la comunidad zamorana, la próxima mañana por la tarde cuando presidirá una celebración en la parroquia de Villaescusa. Carlos López está casado y dedicado enteramente a sus labores pastorales que compatibiliza con su familia.
-¿Tienen algún proyecto especial para Zamora, a parte de ampliar su comunidad?
-Tenemos un proyecto para hacer un centro de jóvenes en la zona de Sayago donde disponemos de unas propiedades, una casa y un molino. La idea es hacia 2014 ó 2015; se trataría de una especie de campamento juvenil y tal vez un hogar de ancianos pero sería a cinco años vista.
-Sí porque esos proyectos requieren inversiones importantes; ¿reciben ustedes alguna ayuda?
-No recibimos nada del Estado ni de ninguna otra iglesia en el extranjero, todo lo que tenemos lo subvencionan los propios fieles con ofrendas voluntarias.
-Eso también les da más independencia.
-Pues sí, indudablemente. Aunque a veces es difícil mantener el trabajo sin ningún tipo de subvención. Pero estamos haciendo lo que hemos hecho siempre. Y le tengo que decir que aún en Inglaterra, la iglesia aunque es el Estado no recibe nada del Estado. Desde el siglo XIX, la iglesia anglicana separó su economía del Estado. Se sostiene con con las propiedades, la solidaridad y el apoyo de los fieles, porque es una iglesia en Inglaterra totalmente independiente. En todo el mundo la comunidad anglicana es independiente.
-Sufren como la Iglesia Católica una crisis e indiferencia de la sociedad con la institución.
-Al ser una iglesia minoritaria no tanto, la gente aprecia mucho el esfuerzo que hacemos. Pero esa indiferencia también puede ser positiva porque permite comenzar con una evangelización de base.
Fuente: La Opinión de Zamora / Irene Gómez
Edición: Gabinete de Comunicación-Iglesia Anglicana de España (IERE)
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